Lo primero que hay que plantearse es ¿cómo es un día cotidiano de una persona que muestra deterioro cognitivo?
– ¿se mueve?
-¿tiene estímulos?
-¿tiene vida social?
-¿tiene alguna rutina?
Si la persona en la que estamos pensando carece de una o varias de las cosas enumeradas, me parece indicativo de que necesita que se le aporten esos cuatro alimentos para el cerebro.
En un centro de día la persona realiza durante algunas horas a la semana ejercicio físico, además tiene que ir y volver con lo cual ya se mueve algo más que si permanece gran parte de su tiempo en casa.
En un centro de día la persona se ve expuesta a estímulos diferentes a los que encuentra si se mantiene en casa, estímulos que entran a través de los distintos canales sensoriales, pero además se ve expuesto a la enriquecida estimulación social, enfrentándose a las más diversas situaciones. Aparte, en los centros de día que trabajan con personas con deterioro cognitivo están prescritas actividades para estimular cognitiva y socialmente a la persona.
En un centro de día la persona se relaciona con otros, tanto con el personal que trabaje en el centro como con otros usuarios, y por lo general en los centros de día se busca «acercar» a las personas que son afines entre sí.
Acudir a un centro de día es en sí una rutina, que le da estructura a un tiempo que «parece diluirse» debido a la igualdad de unos días con otros, genera una diferencia entre días laborables y no laborables, diferencias de actividades en las diferentes jornadas de la semana, mantenerse en contacto con el entorno, salir a la calle, usar medios de transporte, percatarse de los cambios climatológicos, etcétera
Yo no dudaría, si se tratara de mí desearía ir a uno de estos centros, y todo esto que menciono tiene aún más sentido al comienzo del deterioro, cuando toda esta estimulación puede conseguir un ralentizamiento del declive. Por lo general es cuando la persona y sus allegados detectan mayor beneficio debido a la incorporación a un centro de día.
Esta semana una mujer me decía, «dice mi hija que desde que vengo al colegio estoy hasta más guapa»