Tenemos incorporado el lema de mente sana en cuerpo sano, forma parte de nuestro conocimiento implícito… En línea con ello yo respondo siempre a esta pregunta del modo que aquí expongo, y es lo que yo hago por mí misma: sigo una serie de instrucciones para «evitar en la medida de lo posible el deterioro cognitivo», sabiendo que nada me garantiza la consecución de mi objetivo, como sucede con todo lo que hago por mi salud, pero merece la pena intentarlo
1. Hacer ejercicio físico: por dos razones, la primera mi salud será mejor, reduciré la posibilidad de tener enfermedades vasculares, no olvidemos que numerosas demencias son de origen vascular o mixto, en segundo lugar porqué el ejercicio físico repercute doblemente en mi salud mental: mejora mis actitudes y mi sensación de bienestar y mejora mi capacidad de concentración, mi memoria y mi creatividad
2. Tener una dieta equilibrada: también servirá para prevenir enfermedades vasculares, y otros trastornos que pueden afectar a mis capacidades intelectuales; parece ser que la dieta mediterránea es muy adecuada para este fin; es bueno también controlar los factores de riesgo vasculares: tensión arterial, colesterol, glucemia
3. Tener una vida mental rica: aprender diversas cosas, enfrentarme a situaciones variadas, ampliar mi perspectiva; aprender nos proporciona una reserva cognitiva que aunque no nos inmunice frente a las enfermedades neurodegenerativas, si nos protege frente a sus efectos.
4. Tener una vida social rica (de calidad): al igual que el ejercicio, es estimulante también a nivel motivacional e intelectual
5. Meditar o practicar de algún modo la atención plena (Mindfulness): la atención es la base de los procesos cognitivos por una parte, por otra es evidente que practicar la atención plena repercute en nuestro estado de ánimo además de volvernos más creativos.
Graciela Otero Fernández
Neuropsicóloga
Número de Colegiada : M-27621